Pero no en el sentido que está de moda en el momento, sino construyendo un aeropuerto en Shenzhen. De Massimiliano y Doriana Fuksas, viene un nuevo aeropuerto que pretende ser el puente entre esta ciudad y el resto del mundo. El diseño, con curvas muy limpias, delicadas y recordándonos del concepto de la «máquina para vivir», sólo que en este caso es una máquina para volar y muy ad hoc recordar que l’avion accuse!
Cortesía Dezeen.