En las escuelas de arquitectura del mundo se les exhorta a los estudiantes a ver la película de The Fountainhead, protagonizada por Gary Cooper. Afortunadamente, cuando llegó la hora de ver la película yo ya había leído el libro y aprecié la híper simplificación de ideas que sucede en la película. De no haber leído el libro, habría entendido la película como una visión simplista, unilateral y casi ridícula de la profesión del arquitecto. Sin embargo, la trama original de Ayn Rand es mucho más que eso. Enorgullece al arquitecto el trato que se le da en la novela. Pero la película parece haber dado la idea errónea que la historia es acerca de la arquitectura. No lo es. La arquitectura es una herramienta que utiliza Ayn Rand para algo mucho más grande: la filosofía objetivista. La novela es una visión romántica de la arquitectura, y los personajes no son más que arquetipos.
Las ideas de Ayn Rand son radicales. Repudia la misericordia, la compasión, el sacrificio, y mantiene que en un mundo sin dioses, el hombre es dios. Descarta conceptos como la confianza, la emoción y glorifica la razón. Su mundo es romántico a más no poder, y lo encuentro muy atractivo. Es por eso que me encantaría que la historia se adaptara al cine bien hecha. Sí, propongo un remake. Simplemente porque la primera versión no funciona de ninguna forma. Hay dos opciones para el remake. Una es ubicar la historia en su contexto original, u otra mucho más atrevida es adaptarla a la situación actual.
En la historia original el movimiento que representa el individualismo de Roark es el modernismo. ¿Qué movimiento es realmente racional, íntegro y honesto en la actualidad? Me parece que el enemigo de Roark no serían los neoclacisistas que insisten en agregar columnas griegas a todas las fachadas. Estoy convencido que la antítesis de Howard Roark es cada cliente que desea repetir el Guggenheim de Bilbao. Creo que el posmodernismo sería el nuevo neoclásico. Esto por el hecho de que el posmodernismo es anti racional, no mantiene a la función, a la integridad del edificio como su máximo enfoque. Sino que el posmodernismo sacrifica al edificio por su imagen. Por supuesto, estoy consciente de la simplicación que se hace de la arquitectura, la cual es necesaria para que ésta actúe como herramienta de Ayn Rand. Igual que sus personajes, la arquitectura debe convertirse en un arquetipo. Y no debemos confundir la extrema complejidad de la naturaleza de la arquitectura con la idea que The Fountainhead maneja. Eso, me parece, sería una gran equivocación.
Ahora pues, muchas veces he leído que Ayn Rand es para adolescentes o para radicales de derecha, aquellos que odian el comunismo. Se víncula al objetivismo con una actitud de rebeldía típica del adolescente. Una ingenuidad desbordante y gran inocencia son aspectos necesarios para poder creer en lo que dice Rand, dicen. Y los que lo dicen se convierten en arquetipos que la misma autora dibujó en sus obras. Tenemos a Wynand de The Fountainhead o a Robert Stadler de Atlas Shrugged como exponentes de aquellos que se han vuelto escépticos de su propia capacidad. Sin embargo, no considero que las obras de Rand sean los mandamientos de la moral, ni mucho menos. Al contrario, el individualismo es supremo. Y cada uno de los héroes de Rand tienen diferencias entre ellos. Esto es mucho más evidente en Atlas Shrugged, en donde su visión se ve completamente realizada.
En fin, no tengo sugerencias en cuanto a un director o a un cast de actores para un posible remake de The Fountainhead. No obstante, por alguna razón los nombres de Christopher Nolan, Alfonso Cuarón, Clint Eastwood y Lars Von Trier me vienen a la mente. No tengo idea de que pasaría si alguno de ellos tomara la dirección, pero sería muy intrigante ver una entrega de parte de cualquiera de ellos. Sin mencionar que Atlas Shrugged también está disponible para adaptación…